El viento de la carretera me hondea el pelo, mis ojos, empapados de lágrimas, deciden no mirar atrás.
Si miro hacia atrás me encontrare con tus ojos, y me arrepentiré de la decisión, me marcho para no volver, no puedo estar más tiempo junto a ti.
Lloro, respiro, agarro fuerte el volante, grito, muevo la cabeza, pero no miro hacia atrás, tus ojos siguen ahí, sigues parado en medio de la carretera, esperando a que frene y vuelva a tus brazos, pero no ocurrirá, esta vez no.
Ya he tomado una decisión, nunca más me manipularas, jamás volveré junto a ti.
Sin dudar… Tomo la carretera de la libertad.
A veces hay que tomar decisiones difíciles, pero aunque en el momento cueste y sea duro, a la larga todo saldrá mejor.
ResponderEliminarMe encantó el texto, un besazo!
que triste sentimientos. precioso texto muy emotivo y sentido. me encanta leerte
ResponderEliminarbesitos