sábado, 27 de noviembre de 2010

Conduciendo hacia la libertad.



El viento de la carretera me hondea el pelo, mis ojos, empapados de lágrimas, deciden no mirar atrás.
Si miro hacia atrás  me encontrare con tus ojos, y me arrepentiré de la decisión, me marcho  para no volver, no puedo estar más tiempo  junto a ti.
Lloro, respiro, agarro fuerte el volante, grito, muevo la cabeza, pero no miro hacia atrás, tus ojos siguen ahí, sigues parado en medio de la carretera, esperando a que frene y vuelva a tus brazos, pero no ocurrirá, esta vez no.
Ya he tomado una decisión, nunca más me manipularas, jamás volveré  junto a ti.
Sin dudar… Tomo la carretera de la libertad.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Si te vas...





Si no estas,
la vida pierde el sentido.
Si te vas,
me quedo perdido.
Soñando y rogando
que algún día vuelvas junto a mí.
Recordando,
 aquel fatídico día en el que te perdí.



                Voy camino hacia dios sabe donde, por las concéntricas calles de Madrid, las hojas secas del otoño se acumulan en los bordes de las aceras, la fina lluvia recorre mi cuerpo, y mis pensamientos; pensamientos centrados en lo que tenía y en lo que perdí, por un estúpido fallo, por una estúpida frase que no te dije, una frase tan sencilla como:
Te quiero, te necesito, perdóname...

jueves, 18 de noviembre de 2010

Hundiendome




Intento borrar tu cara de mis recuerdos,  aun te quiero pero a la vez te odio, necesito tu ser pero a la vez te aborrezco, quiero estar junto a ti para siempre, pero necesito alejarme lo más posible, el dolor me consume, me dejaste y te buscaste a alguien que me remplazara.
Me estoy ahogando en un mar de dudas.

Vuelvo a caer en tus dulces pecados, en tus crueles mentiras.
¿Qué te piensas que soy… un juguete? Me dejas, me coges y me abandonas, para después volverme a colmar de tus más que cálidos abrazos y besos.
No sé qué hacer.
Me estoy ahogando en un mar de dudas.  
Caigo para no subir jamás

martes, 16 de noviembre de 2010

Unos ojos sin alma, sin esencia...


El carruaje se movía bruscamente, el trote de los caballos era acompasado y constante, el carro crujía y hacía un sonido agudo, como un chirrido, con el movimiento de las ruedas oxidadas de aquel carruaje en el que ni siquiera me quería montar. Sentí  frío, si, lo recuerdo perfectamente, el frío, gélido… se adueñaba del carro empezando por las ventanas. Todavía recuerdo como se helaban, lentamente, hasta el punto de no poder distinguir nada de fuera, en el oscuro y solitario bosque.

De pronto, el carro se paró en seco, se acabó el sonido de los caballos, se acabó el chirrido de las ruedas oxidadas, se acabaron todos los sonidos… y un silencio sepulcral lo veló todo, sin compasión. Pensé, que tal vez, las ruedas se hubiesen helado, que no habían querido seguir cediendo al impulso de los caballos.

Me levanté y abrí la pequeña puerta del cochero. Lo que vi, me dejó sin palabras. Se había quedado completamente quieto, mirando horrorizado al frente, parecía muerto, seco, sin sentido. Mire yo también al frente y no vi nada que fuese tan terrorífico y horroroso para quedarse así. Instintivamente, sentí una fría mirada que se dirigía a mí. Me quedé seco, paralizado, sentí un pinchazo agudo en mi cabeza. Entonces cometí el terrible error de mirar directamente el reflejo de aquellos ojos negros y fríos en el cristal. Sentí una horrible sensación, pensé que todo se acababa, y ya no podía dejar de mirar aquellos ojos sin reflejo alguno de alma, sin reflejo alguno de esencia, vacíos… De pronto, todas las ilusiones y esperanzas que hubiese tenido alguna vez, se desvanecieron, al igual que todo el mundo a mi alrededor. Todo perdió el sentido en mí y para mí.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Atada...


Grito, me cojo de los pelos, vuelvo a gritar, doy patadas al suelo,
¿Por qué nadie me hace caso, por qué paso tan desapercibida ante los ojos de todo el mundo?
¿Por qué?, si soy igual a ellos, no lo entiendo, ¿es que acaso me están poniendo a prueba?
Son crueles… soy débil y sé que si es así no podre superarla.

Me auto lesiono con palabras, con pensamientos y con actos, ¿Esto es normal? ¿Estoy loca? No entiendo nada, no me entiendo, estoy perdida en un mar de dudas, tengo deseos de morirme, pero algo me ata a  la vida, estoy desesperada, no sé qué hacer, lloro, grito y vuelvo a gritar, me odio, odio a todo el mundo, odio este mundo…

viernes, 12 de noviembre de 2010

Como las hojas en otoño.

          Perdida entre las miles de horas junto a ti, que ya quedaron lejanas, recuerdo y siento la alegría de vivir, la fuerza de seguir hacia delante, aquella fuerza que perdí, mientras te me escapabas entre mis dedos, cual arena del desierto, árida como mi corazón, que se haya seco de ti, seco de amor, así como miles de hojas secas, que crujen a cada golpe que le das...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Un vampiro en la habitación.

Acercándome a aquella figura, entre la oscuridad, dibujada por las sombras de una vela,  mi corazón humano se acelera.
Me atrae con su trágico encanto, me atrapa entre sus brazos, siento su frio corazón ardiente de pasión. Me muerde, me muerde y no me suelta, me consumo a un ritmo vertiginosa, pero una pasión macabra, o tal vez locura transitoria me empuja a continuar bajo su hechizo de muerte.
Mi cuello ensangrentado se mezcla ahora con mi largo cabello...    dkÑFKRcjiedjs

martes, 9 de noviembre de 2010

La noche de Madrid

      La luz de la mañana se esfuma para dar paso a la fúnebre  y mágica noche.
Esta es mi noche, voy a salir a por todas.
¡¡ SAL Y COMETE EL MUNDO!! ;)
      Con este pensamiento me  disfrazo de alguien que no soy yo, lleno de seguridad, de confianza en sí mismo.
      Salgo por la puerta. Ando por la calle, y poco a poco, ese disfraz de mentiras se desliza sobre mi piel hacia abajo, para colarse  por alguna de las miles de rendijas del Metro de Madrid.
       Inseguro, la noche me come, y desaparezco entre sus fauces, entre las miles de personas, para convertirme en algo insignificante ...

lunes, 8 de noviembre de 2010

Un bosquecillo de hadas
Pintado en tonalidades pardas y amarillentas
Miles de hojas que crujen a cada paso que damos
Riachuelos llenos de vida
Estamos solo los dos tumbados en un lugar, dios sabe dónde, en aquel mágico y fantástico bosque encantado, donde consumamos nuestro amor.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Deseperación


En un acto desesperado hinco  las uñas en mi piel, se tiñen de rojo brillante, ¿Cómo pude ser tan estúpida? ¿Cómo pude creer en ti? Quiero desgarrarme por dentro para limpiarme de tu ser, de tus recuerdos.
Te odio.
Me has hecho tanto daño
Tirada en una esquina en el suelo de la habitación, lloro, grito, me doy cabezazos contra la pared, pataleo impotente.
Te odio, te odio, te odio

viernes, 5 de noviembre de 2010

Castillo de ilusión

Allí a lo lejos se alza un gran castillo hecho de sentimientos e ilusiones  perdidos junto a ti.
Con cañones de esperanza y balas de amor intento derruir tu fuerte barrera. ¿Por qué es tan difícil? déjame entrar en ti, saber lo que piensas,  como lo piensas y cuando lo piensas, así podremos ser uno, quiero entenderte, quiero amarte para siempre, hasta el fin de los tempos, para que nuestra historia nunca acabe…

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Crítica a una gran mentira

      Desilusionada con la vida, escribo esta historia real.
Me dirigía al baile de gala en honor a un ilustre millonario, entre todos los allí presentes, yo era la menos adinerada de todos. Gente impoluta de smoking, de gala,  bajaban radiantes de sus falsas carrozas de caras marcas ilustres, para gente rica. Yo baje de un simple autobús de la línea 676, mi gran carroza, sucia y llena de chicles ennegrecidos por doquier.
En la puerta me esperaban mis tres amigas, Mary White Snow, Anne Red Hood y por último Rachel Sleep, todas ellas asquerosamente ricas, me adentro en las profunda boca del Lobo, un lobo feroz  y devastador, ¿cómo lo podría nombrar? ¿nobleza? Claro que por supuesto al mayoría de ellos no poseían títulos, solo eran simples banqueros o personas con una fortuna y una suerte tremendamente grande.
Una vez dentro de la fiesta, aquello parecía más bien una pelea de gallos puesto que todos envestían sobre otros con graves mentiras y bulos.
Como no, mis amigas siguieron aquel juego frio y sin escrúpulos. Yo me quede sentada esperando despertar una pequeña chispa de humanidad en alguno de aquellos seres frívolos.
Si, muchos príncipes azules pero ninguno como los de los cuentos,  ¡¡ que me podría esperar de aquél grupo de gente!! Recapacite seriamente en irme. Salí al jardín para dar un paseo, estuve allí hasta las  00:30, hasta que mis amigas, perdidamente confusas por el alcohol se fueron con tres ricos herederos, yo hice el papel de mula de carga, no tenía tiempo o se irían sin mi así que fui corriendo, en el intento de llegar a la gran limusina “carroza” un tacón se salió por mi fino tobillo y me quede descalza, mejor no recordar lo que vino a continuación.
Así que niñas, yo os digo una cosa, no os dejéis engañar, no existe, ni jamás existirá una carroza o un príncipe azul, y tampoco nadie te vendrá a devolverte un mísero zapato, puesto que…                                                           

                                                                                    Los finales Felices, son historias sin acabar.

martes, 2 de noviembre de 2010

Querida Abuela Lyne:


Te echo mucho de menos. No he parado de pensar en todos vosotros y en la incomprensión de algunos (por no decir casi todos) por mi decisión. Sé que tú eres la que más entiendes mis ganas e ilusión de correr nuevas aventuras y conocer mundo. Sé que me comprendes si te digo que a veces es bueno que te distancies un poco de aquello que hace que te quedes anclado y atrapado en una rutina y lugar. Conocer gente nueva, lugares nuevos, historias nuevas… Tantas cosas por descubrir y conocer, que tenía que liberarme. Siento haber sido tan espontánea y fugaz al marcharme sin avisar. Pero sabes mejor que nadie que si no, no habría podido hacerlo, o incluso me habrían retenido sin dejarme marchar. Te prometo que escribiré todas las aventuras que corra y te las haré llegar. Y prométeme también que me escribirás esas poesías que de pequeña tanto me gustaba escuchar, como esos cuentos que todavía perduran en mi memoria. ¿Recuerdas esas discusiones de reflexión que siempre acababan en risas y abrazos tiernos? Momentos inolvidables… También cuéntame todo lo que pase en casa. Como los despistes de la tía Jules, o las historias del abuelo, o los delirios de la señora Bray, hasta incluso las trastadas del pequeño Tom. No sé por qué repito todas estas cosas cuando sé que me las contarás igual. Supongo que es la agradable sensación de afecto y acercamiento que siento cuando pienso en ellas.

Desde aquí, tu nieta y amiga cuentacuentos,

Shania


P.D.1: Sonrisas de Caramelo :)

P.D.2: Chispas de Felicidad!

P.D.3: Abrazos con amor y besos |

lunes, 1 de noviembre de 2010

Pensamientos propios.

Nadie vendrá a ayudarte si te caes, si te hieres, si no puedes continuar, nadie te dará la mano y te dirá -¿confías en mí?- eso solo pasa en las películas, todo es mentira, el mundo es cruel y lo sabes tú y todos nosotros, ¿Nos merecemos salvación?. Es lo que me pregunto yo, y miles de personas, ¿somos mejores que los animales?, ¿somos mejores por pensar?, pensar nos hace matar, y no el hecho de matar nos hace peores o mejores, porque al fin y al cabo los animales matan y hieren por sobrevivir, ¿pero nosotros, que estúpidas causas nos llevan a herir a otra persona igual que tú, igual que yo?
Los sentimientos, ellos son los culpables, ¿los animales tienen sentimientos? no sé .Pero tu desde luego no hieres porque sí, no matas porque sí, un sentimiento te empuja a actuar así, y yo me pregunto ¿Sin sentimientos seriamos mejores? No, no lo creo, puesto que perderíamos, “ESO” nuestra humanidad, y sin ella ya no seriamos personas, tan solo simples animales, que pensándolo bien no esta tan mal.
Pero a pesar de todo yo prefiero seguir amando, seguir riendo, seguir llorando, seguir viviendo mi vida, y eligiendo  mi futuro a cada paso que doy, y algún día escribiré mi historia, la historia de un ser humano…