sábado, 20 de agosto de 2011

El llanto de sus venas

La cuchilla acariciaba suave y lentamente su piel, dejando tras de si ese rastro de escozor punzante al que ya se había acostumbrado. Un fino hilo escarlata aparecía lentamente en el roce blanco de la cuchilla en su piel. Y poco a poco unas pequeñas gotas lo sustituían como si sus venas llorasen sin parar... El llanto era incesante y melancólico... 
La oscuridad la mecía entre sus fríos brazos... la estrechaba y no la dejaba escapar... y la única voz que salía de ella era la de las palabras rojas y profundas en sus brazos...